Tal día como hoy




Tal día como hoy 29 de julio, pero de 1836, se inauguró en París, treinta años después de que se colocara la primera piedra, el Arco del Triunfo. Lo mandó construir un pequeño personaje nacido en Córcega que casi siempre aparece retratado con la mano dentro de la casaca a la altura del pecho y que tuvo a toda y Europa y a parte de África bajo la suela de su bota. Me refiero a Napoleón Bonaparte. Su baja estatura, 1,52 metros, puede que le tuviera algo acomplejado, de ahí su frase: “La altura del hombre no se mide de la cabeza al suelo, sino de la cabeza al cielo”. Quizás debido a esto decidió construir es magnifica obra arquitectónica.

Se comenzó a construir en 1806 para conmemorar la victoria un año antes de la Batalla de Austerlitz. En un principio se pensó en construirla en la Plaza de la Bastilla al este de París, lugar por el que entraban en Paris los ejércitos victoriosos que regresaban de sus campañas guerreras. Pero definitivamente se edificó en su lugar actual en el extremo oeste de la Avenida de los Champs Elysees a 2,2 kilómetros de la Plaza de la Concordia. Medio siglo antes en el mismo lugar Luis XV el bien amado proyectó construir otro monumento que representaba a un elefante de más de 50 metros de altura que proyectaba un chorro de agua por la trompa y que tenía en su interior un teatro y una sala de baile, pero el proyecto fue desechado, vete tu a saber por qué, seguramente por exagerao

El arco esta inspirado en el Arco de Tito en Roma, no iba a ser Napoleón menos que Julio Cesar y sus romanos. En sus lados aparecen los nombres de las batallas victoriosas que dicen que ganaron por toda Europa, pero las versiones de esas batallas varían en los distintos países en las que se produjeron y no son todo victorias, cada uno ve las cosas según el color del cristal con el que mire.

Desgraciadamente Napoleón no lo vió terminado y el cortejo con sus cenizas, con arsénico o sin arsénico, pasó por debajo el 15 de septiembre de 1940 de camino a su panteón en los Inválidos.

Cien años más tarde más o menos, para humillación de los franceses, fue el ejército alemán el que desfiló bajó el arco del triunfo y la bandera nazi ondeo durante un tiempo en él. En la actualidad es el intenso tráfico parisino el que lo rodea y todos los años al finalizar julio es otro ejército más colorido el que pedalea bajo sus pies en el transcurso de la última etapa del Tour de Francia.

Debajo del arco está la tumba del soldado desconocido, en esta tumba siempre con una llama encendida, están los restos de un soldado francés recogido en el campo de batalla durante la I Guerra Mundial, y mira tu por donde puede ser hasta de mi familia, ya que un hermano de mi abuelo allí dejó los huesos enrolado en el ejercito francés, descendiente de aquel ejercito francés para las que fue construido este Arco del Triunfo.

Un aviso: Hay que tener cuidado con las palomas. Hace unos años haciendo cola para coger el ascensor que nos llevaría hasta arriba del arco, una paloma decidió descargar sobre mi hombro, con la de franceses que hay en París y tenía que hacerlo encima mía, que bien enseñadas están las palomas en Francia.